sábado, 26 de noviembre de 2016

Autonomía e Independencia Emocional de la Personalidad en las Relaciones
Instruye al niño en su caminar, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

Todo ser humano disfruta de cualidades sublimes diferentes y superiores al resto de los seres vivos en este hábitat coexistente. Es pensante y reflexivo. Talante que, en algún momento durante el desarrollo de la madurez emocional individualizada, le da la supremacía de sentir algún grado de preocupación emocional interna por síntomas conflictivos relacionados con la propia personalidad en las interrelaciones con los demás y aun con los otros seres vivos desprovistos de conciencia.

Tales preocupaciones surgen de la incomprensión en relación a temas tan personales como la autonomía y la independencia personal. Conceptos tales, que alteran la conducta diaria, cuando no se es plenamente libre y se actúa como esclavos de alguien o de algunos hábitos que controlan la vida, todo esto altera la personalidad.

·   Autonomía: grado de capacidad del individuo en las tomas de decisiones sin la intervención de otras personas.
· Independencia: abandono de ciertas clases de esclavitud emocional y restauración de la dimensión psíquica. Estos temas están íntimamente ligado a la personalidad de cada individuo.

Aun cuando los estudiosos del tema no se ponen de acuerdo acerca de una definición acertada de la personalidad que abarque todos los aspectos, aquí les dejo una de las más de cincuenta que han pretendido a través de la historia definirlo. “Estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo. Alineación dinámica de los sistemas psicofísicos que permite establecer un modo específico de actuar y de pensar particular que varía de un individuo a otro”[1].  

Este aspecto amplio del ser, le permite a todo individuo mediante su estándar elevado de conciencia tomar algún momento de comunión intima consigo mismo para reflexionar sobre su modo de pensar, sentir, y relacionar con los que le rodean. Ejercicio interno que a veces generan preocupaciones propias.  Nos preguntamos ¿Cómo se adquieren esos preocupantes asuntos internos muy personales? y a la vez, intentamos responder esa cuestión en este artículo.

Conceptos e influencias tempranas
Las concepciones y creencias propias muy  internas que los individuos poseen y que conforman simbióticamente parte inseparable de la personalidad, se van constituyendo y solidificando en la primera etapa de la vida.  Ninguno de los individuos escapa a esta realidad, comprobada una y otra vez en los ámbitos científicos.

Estas convicciones propias del ser, han comenzado a configurarse en el cerebro del individuo con las primeras influencias genéticas de ambos padres, y también los efectos ambientales especialmente aquellas que rodean a la madre, tanto internamente como las de su entorno. Las influencias prenatales se graban en el cerebro en formación, desde la concepción y mientras el feto está nueve meses en el útero materno y continúa así, ininterrumpidamente, de manera acelerada hasta los primeros siete años de vida, que es el período de tiempo donde se adquiere y se arraiga el temperamento y se forma la personalidad que acompañará al individuo por toda la vida, ralentizándose este proceso a medida que pasan los años y crece la persona.

Formación de conceptos y la voluntad
Esos conceptos adquiridos tempranamente, han pasado a formar parte inseparable de la vida, sin que el individuo en cuestión pudiera racionalizar aun por ser muy tierno e inmaduro para tal fin. Se nace en un hogar, con padre y madre que poseen sus propios sistemas de creencias y valores aprendidos por ellos mismos desde las generaciones anteriores de sus antepasados (padres, abuelos, tatarabuelos parientes y la sociedad) que traspasan como herencia conductual a la nueva generación de sus hijos, sin que el nuevo integrante pudiera tener participación voluntaria.

Todo individuo, en este mundo llega a formar parte de un sistema educativo familiar y social, donde el principal personaje (usted), el individuo en cuestión no ha tenido opciones de elección. Esas creencias y concepciones de sus padres y demás familiares ascendentes se han quedado impresas en su mente de manera involuntaria, ya que el actor principal (usted), no ha decidido sobre esa cuestión tan importante para su vida futura. De ahí muchas de las incomprensiones en la forma propia de actuar y pensar que poseemos todos los seres humanos adultos. Sin importar las buenas intenciones que nuestros padres hayan tenido. Su cultura, su forma de ser y de pensar se han grabado en la mente de todo niño.

En cuanto a la personalidad adquirida involuntariamente por cada individuo, se pudiera afirmar que todos los seres humanos adultos, hombres y mujeres llegan a esta etapa de la vida siendo inconscientes de su verdadera naturaleza, muchas veces sorprendidos por reacciones en el diario caminar sin saber el porqué de tales conductas. TODO ADULTO PUEDE Y DEBE CONFRONTAR SU PROPIA FORMA DE SE SER; SU PERSONALIDAD DEBE SER DESAFIADA POR SI MISMO Y VECER.

"Por este mundo de socializaciones continuas y con relaciones muchas veces disfuncionales, caminan muchos adultos inconscientes de su verdadera personalidad adquirida involuntariamente. Por lo cual no se confrontan a sí mismos, produciendo daño a su propio ser y sus relaciones"


Influencias tempranas en las literaturas
Al hacer un recorrido por las literaturas que tratan el tema de manera profunda, rescatamos algunos de los incontables autores que abordan esta temática como prueba científica de este concepto. Bachrach (2015)   dice que: “Las experiencias temprana de vida al lado de nuestros padres pueden tener consecuencias para toda la vida”. El aprendizaje vital de los conceptos y la personalidad del individuo adulto queda determinado por las vivencias en la primera etapa de la vida.
Blakemore (2011) trata ampliamente el tema sobre el aprendizaje en la niñez, nos habla sobre las influencias “in útero” y cómo, desde tan temprana edad se construyen las conexiones neuronales que van a regir la vida del futuro adulto.
Punset (2012) “De los logros que alcance en este período iniciático de su vida, así como los comportamientos que estos triunfos reafirmen en él, va a depender el tipo de persona que será de adulto”.
Kuzma (2008) “Durante los primeros siete años se formarán los hábitos fundamentales para toda la vida”.
Ya en el año 1903 la escritora White había expresado “No se puede exagerar la importancia de la educación precoz de los niños. Las lecciones que aprende el niño en los primeros siete años de vida tienen más que ver con la formación de su carácter que todo lo que aprende en los años futuros”.
Al analizar este tema se puede racionalizar sobre la suprema importancia de la temprana formación del carácter y temperamento que poseerá todo hombre y mujer en su vida adulta, acerca de lo cual muchos padres ignoran. Usted posee un carácter adquirido en la niñez, del cual quizás no está conforme, por lo que debe trabajar terapéuticamente para superarlos.


La milenaria sabiduría de los escritos sagrados remembra día, a día esta enseñanza, “Instruye al niño en su caminar, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

“No debemos educar a nuestros hijos para que sean felices y exitosos; nuestro deber como padres consiste en educarlos para que tengan individualidad, con lo cual serán felices y alcanzaran el éxito en todo lo que emprendan[2]

Desde hace mucho tiempo los psicólogos y hoy las neurociencias se suman a esta propuesta y   exhortan en relación a la suprema importancia de la temprana educación de los niños. Lo aprendido en los primeros años formará parte de toda la vida. Los comportamientos del adulto, tienen profundas raíces de la vida inicial que se traen desde la casa paterna, independientemente de si se descienden de hogares funcionales o disfuncionales, se traen incorporados en los recuerdos las vivencias de la etapa temprana de la vida y dominan las relaciones actuales de los adultos. 

Hay mucha sabiduría en la frase que dice que: “todo adulto tiene un niño dentro suyo”. Queda claro que las vivencias tempranas influyen poderosamente en la dinámica diaria de todas las relaciones y es una de las causas de mayores disgustos para la convivencia conyugal, familiar y social.
Como ejemplo vivo de los conflictos que en toda relación se pueden presentar, veremos el caso de un matrimonio, lo cual se conforma de tres hogares distintos.

El hogar de él: con todo su background de mitos y creencia que están profundamente arraigados en su ser y que muchas veces ni siquiera es consciente de su verdadero estado, y ahora hay que convivir con la mujer elegida como compañera de vida.

a-    El hogar de ella: con todas las influencias quizás muy dispares y diferentes de lo vivido por su compañero. Ambas experiencias pueden estar tan distanciados como el día y la noche.
b-      El nuevo hogar: El nuevo matrimonio construye sus propias creencias en unidad con los conceptos internos, que ambos poseen y que lo han adquirido inconscientemente desde de sus hogares de orígenes, que sin dudas traspasaran a sus hijos para las nuevas generaciones.

Esto es conflictivo para muchos matrimonios que, a pesar del compromiso conyugal deben mantener su individualidad personal y su independencia, como evidencia verdadera de la madurez de ambos contrayentes. Si no obtienen las herramientas terapéuticas para trabajar dichas diferencias, pasan a engrosar las estadísticas de tantos matrimonios conformados por individuos disfuncionales. Lo que encamina frecuentemente a tomar decisiones conyugales equivocadas, algunas veces con consecuencias serias para la convivencia como matrimonio y como familia. Esto se agrava con la llegada de los hijos. NUESTRA INVITACION ES A TRABAJAR LA INDIVIDUALIDAD Y LA INDEPENDENCIA EMOCIONAL HASTA ADQUIRIR UNA PERSONALIDAD FUNCIONAL, NO CONFLICTIVA.
Lic. Mario García MTF

Bibliografía
1-      Word Press http://definicion.de/individuo/#ixzz3K2k3UHpq. Copyright © 2008-2016 Definicion.de
2-      Bachrach, Estanislao. En Cambio- Aprende a Modificar tu Cerebro Para Cambiar tu Vida y Sentirte Mejor. Quinta Edición. Ediciones Sudamericanas. 2015 Buenos Aires. Argentina.

3-      Blakemore Sarah Jayne. Como Aprende el Cerebro. Editorial Planeta. 2011. Barcelona España.

4-      Punset, Eduardo. Lo Que Nos Pasa Por Dentro. Ediciones Destino. 2012. Barcelona España.

5-      Kuzma, Kay. Los Primeros 7 Años. Asociación Casa Editora Sudamericana. 2008. Buenos Aires. Argentina.

6-      White, Elena. Conducción del Niño. Editorial ASCES. Buenos Aires Argentina.







[1] Gordon Allport Tomado de: http://www.google.com /definicion.de/personalidad/
[2] Paráfrasis de: tomado de Kuzma, Kay. Los Primeros 7 Años. Asociación Casa Editora Sudamericana. 2008. Buenos Aires. Argentina.

martes, 19 de abril de 2016

Relación Horizontal de Padres Como Modelos de los Hijos

 Relación Horizontal de Padres Como Modelos de los Hijos

 

 "Los padres, son  los modelos naturales de sus hijos: Existen dos maneras de modelar"



1-     El modelaje vertical que abarca la interacción de padres/hijos: las mayorías de las investigaciones científicas  en el arte de modelar se enfocan en este modelo vincular. Implica que se ocupan de las relaciones parentales/filiales, en función de las tareas como progenitores y las vivencias con los hijos a fin de educarlos para el futuro. Relaciones que se da con sentido de verticalidad hacia ambas direcciones: desde arriba hacia abajo con los padres modelando y desde abajo hacia arriba, los hijos aprendiendo. Tales maneras hipotéticamente revisa  las relaciones que  vinculan sus deberes paternales en tal sentido: “el papá debe jugar con sus hijos varones”, “la madre debe enseñar a las hijas” y otras muy similares.

2-     El modelaje horizontal (interacción de los cónyuges/padres entre sí): Los estudios son increíblemente menos en cantidad por lo que es más difícil encontrarlos dentro de las literaturas. Es como si  las relaciones entre ambos padres pasaran  inadvertida, o a un segundo plano como forma de modelar para la educación  sus hijos. La idea que proponemos es que la dinámica diaria de esta relación horizontal (entre la pareja de padres/esposos) afecta definitivamente la conducta de los hijos y sirve como modelo que ellos imitarán y es de primer orden, es el modelaje principal en el tema de la educación, porque es la base donde se construyen todas las dinámicas del hogar. Muchas veces llegan a consulta jóvenes con dificultades de relación en su entorno social (familia, escuelas, pareja, etc.) y se descubre que la raíz de estas actitudes disfuncionales se encuentra en las dinámicas enfermizas de las relaciones matrimoniales de sus padres (peleas, agresiones físicas y verbales, actitudes de irrespeto mutuo, etc. entre la pareja).

La modelación en este sentido se da en forma horizontal, y representan aquellas dinámicas vinculares de la pareja como cónyuges/padres: aspectos que involucran el modo en que se tratan entres sí mismos en su relación conyugal, el  cómo se hablan entre sí, el respeto mutuo, el amor, el cariño, el tono de voz, que se prodigan etc. todas estas interacciones  expresivas de los padres  afectan  las actitudes presentes y futuras que  las proles forjarán como modelo de conducta.
Cuanto más amor revelen los padres/esposos en su relación, cuanto más  nobles y puros sean las atenciones mutuas, cuanto más alto sean los propósitos que vivifiquen  los padres, cuanto más elevadas sus dotes intelectuales y morales, cuanto más desarrolladas sus facultades físicas, cuanto mejores sean las relaciones entre ellos. Mejor será el equipo que sus hijos cargarán como liviana mochila que ha  de acompañar la vida que sus proles revelarán en las conductas diarias.
Las dinámicas de estas relaciones finalmente se constituyen en la base principal para el desarrollo de  toda la familia, especialmente de los hijos. En este artículo, vamos a desarrollar  el punto de partida de (Dunker 2001) para tener una “Familia Saludable” que dice:


“En una familia saludable el padre y la madre tienen una relación más cercana que con cualquier otro miembro”
José Dunker


Es fundamental el rol horizontal de los padres para la buena crianza de sus hijos, ya que son los modelos que ellos  naturalmente van a imitar por el resto de la vida. El fundamento emocional equilibrado de los hijos se va creando de la interacción sana que nace de un vínculo afectivo fuerte  de  sus padres entre sí. También es cierto que las parejas de padres disfuncionales, crean hijos disfuncionales para la familia y la sociedad, por eso decimos que:

"La relación más importante para una esposa y madre no es con ninguno de sus hijos o hija, sino, su marido; la relación más importante para un esposo y padre, no es con ninguno de sus hijos, sino, su esposa. Por lo tanto, se debe dar prioridad a esta relación"

Los cónyuges en su función de ser padres, y que aprenden a tener una clase de relación muy cercana entre sí, crían hijos sanos emocionalmente, equilibrados, seguros de sí mismos, con alta auto estimación propia y con tendencias a tener futuros hogares bien constituidos.  Esto porque han convivido con el modelo ejemplificador de sus progenitores, también es verdad que un hogar disfuncional es caldo de cultivo que sus hijos tienen probabilidades de repetir en el futuro.

Con razón Nuestro Señor Jesucristo dijo: “No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol malo llevar frutos buenos”
Queremos aportar una serie de acciones horizontales específicas a realizar por los cónyuges/padres en sus dinámicas diarias como parte de las intenciones modeladoras funcionales para sus hijos. Estas acciones, conllevan resultados favorables para la educación presente y futura de los mismos. Recomendamos los siguientes aspectos.

1-    Tener un espacio exclusivo dentro de la casa: a pesar de la crisis contractual a nivel mundial, cada pareja debe hacer los arreglos necesarios para construir su propio espacio alejado de los familiares o rentar (vivir solos sin las intervenciones de los suegros) y acomodar un espacio privado donde pueden tener un lugar exclusivo dentro de la casa: la habitación conyugal que sea, aseado, limpio, placentero y apartado exclusivamente para uso de la pareja. Esto es prioritario para las interacciones sana de la pareja y los hijos.

2-    La habitación conyugal es un lugar, para descansar y hacer el amor para la pareja: (No es el lugar donde los niños juegan): se debe priorizar las fronteras entre los espacios comunes en una casa y las habitaciones privadas de cada uno de los miembros.

Se recomienda como un gesto de cortesía y buenos hábitos que sirven de modelo que cuando los padres necesitan ir a la habitación de sus hijos, o hijas deben golpeen la puerta, nunca ingresar de sorpresa. Las puertas de todas las habitaciones deben permanecer cerradas e ingresar después de recibir autorización. Lo mismo debe suceder cuando los niños deseen  ir a la habitación conyugal, se debe enseñar con el ejemplo primeramente, que la habitación conyugal es un lugar privado al cual ingresar con el permiso de los padres.

Lo contrario sucede en familias aglutinadas donde se desconocen las fronteras, los hijos se crían libertinos, con falta de respeto, desordenados y disfuncionales para sí mismos y para la sociedad.

Esta regla de convivencia es parte de las fronteras que naturalmente deben existir en todos los hogares. Donde se practican las fronteras familiares, los hijos se crían con deferencia hacia sí mismos y hacia los demás, porque aprenden desde sus hogares a convivir respetando los espacios ajenos, lo cual le libera de grandes dificultades cuando se relacionan con la sociedad.
La inferencia es esta, los hijos e hijas criados así,  son jóvenes respetuosos, amorosos, comprensivos y son un buen legado de sus padres a la sociedad.

3-    En otro aspecto: Los bebés, hasta los seis meses de edad pueden compartir la habitación de los padres; pero en su propia cuna, no en la cama matrimonial. A partir de esa edad deben ser mudados a ocupar su propio espacio en otra privada. Se han comprobado muchos beneficios para la salud emocional en la vida de ese individuo. Solamente hay que tomar todas las precauciones para la seguridad del bebé en su nueva habitación. En la actualidad hay muchos avances tecnológicos para asegurar el bienestar de los hijos a esta edad: Cámaras, micrófonos, monitores de imágenes y sonidos, etc. en su propia habitación los padres pudieran dejar entre abierto su puerta y la puerta  del bebé por si el bebé necesitara algo, o se enferma, o llora etc.  Debe estar seguro que sus padres están allí.
4-    Alabe a su pareja: exprésense alabanzas mutuas por todos los privilegios de haberse escogido el uno al otro para entregarse totalmente y sin reservas a esta relación, exprese  bondades,  cariño,  amor, las virtudes emocionales y cualidades positivas de ambos.

5-   Salidas frecuentes en pareja, como cuando eran novios: Caminatas, restaurantes, helados, hoteles, viajes, fin de semanas, feriados, playas, ríos, montañas, etc. Estas son recetas que no fallan a la hora de disfrutar juntos como pareja e imprimen un legado emocional grandioso para los hijos que crecen en ese hogar. Los hijos, cuando ven que sus padres salen solos a disfrutar, ellos infieren emocionalmente que entre papá  y mamá las cosas están bien. Así que como resultado natural de esta práctica, los hijos estarán bien, se ha comprobado además que los hijos resuelven mejor sus conflictos cuando los progenitores están ausentes.

6-    Hábitos de comunicación franca: El nivel más difícil de comunicación, es el nivel de las emociones “estoy feliz”, “te amo”, “gracias por haberme elegido como compañero/a tuyo”, “te pido perdón”, “estoy triste”, “no me gustó  la forma como te has expresado” estas y otras expresiones similares, son las que más cuestan desarrollar en una relación, sin embargo son las que más frutos dan a la hora de practicarlas y producen unidad y fortaleza en la relación.

7-    Sexualidad sana, divertida y frecuente: la práctica de la sexualidad humana, no es para satisfacer los instintos naturales solamente. Además de satisfacer las pasiones, la sexualidad es un acto físico, emocional y lo es también espiritual donde la pareja crece en todos los aspectos, favoreciendo el logro de la felicidad plena.

La sexualidad en la vida conyugal, se debe practicar de manera frecuente y no hay que esperar hasta que  “me den ganas” eso pasa con los animales quienes se relacionan íntimamente solo en la época de celos. La especie humana, por el contrario, puede y debe hacer el amor de manera frecuente y eso se logra creando el ambiente y despertando las libidos de cada miembro.

Diariamente cada uno de los cónyuges debe  hacer los arreglos románticos para la práctica  de relaciones íntimas. Debe haber preparación a partir del último encuentro amoroso. Ahí comienza y continúan desde que se levantan a la mañana temprano de este nuevo día, incluye además, llamadas con mensajes románticos, notas pegadas en las paredes, flores, y la higiene personal de cada uno de los miembros cada noche antes de ir a la cama y al final un buen perfume. Se desaconseja el acto  con los ojos cerrados, en habitaciones oscuras, tapados totalmente porque revela miedos y temores; sino, mirándose a la cara, en habitaciones bien iluminadas, con música instrumental adecuada y disfrutándose mutuamente todo sus cuerpos, debe haber manoseo, caricias por todo el cuerpo sin reservas antes del acto per se. Así se goza mutuamente de este momento placentero y feliz.

Realizar este ritual es de vital importancia para la felicidad de la pareja. Aunque  no se tengan relaciones íntimas diarias, da resultados de gran beneficio porque sirve como fundamento para alimentar el bienestar de la relación y produce sanidad, felicidad y convivencia funcional.

8-   Repartición armoniosa de roles: se ha comprobado que las parejas que se reparten los roles de los quehaceres domésticos, realizan más frecuentemente el amor que aquellos que no lo hacen. Las razones, entre varias otras  es que las mujeres se sienten más amadas y se disponen a estar más unidas a  su pareja, por lo que se entregan con más frecuencia y suavidad, además del contacto propio mientras realizan las tareas juntas, supone un aumento natural de la libido. “Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”

9-    Colaboración en la crianza de los hijos y la práctica de valores espirituales se constituye en un gran soporte adicional para la solidez matrimonial.

10- Antídoto contra el síndrome del nido vacío: Realizar estas sencillas prácticas de manera rutinaria en la relación conyugal, supone un gran beneficio para el futuro, genera fuente importante de reservas emocionales de amor en la pareja, tendiente a disminuir el impacto de la depresión por el nido vacío cuando los hijos se casen y se vayan de la casa. 

Aparición de síntomas del síndrome del nido vacío: No menos importante es que cuando el padre y la madre  se queden solos en este tiempo del nido vacío, igualmente se sentirán bien emocionalmente, disfrutándose de la compañía mutua de amor y amistad del uno al otro porque desde su juventud  han cultivado esa relación de amor a lo largo de los años de su vida de matrimonio.

Gran parte de los matrimonios, luego de una larga vida en pareja, sufren depresiones por las consecuencias del nido vacío, las razones se fundamentan en que han invertido su tiempo y energías en amar más a sus hijos que a sus cónyuges. Amar más a los hijos que a la pareja es grave para las relaciones matrimoniales y como consecuencias lógicas, ahora  que los hijos ya se fueron de casa se encuentran solos, dos personas adultas y extrañas, que  se trataron como pareja disfuncional, porque no han priorizado su relación amorosa por encima del amor prodigado  sus hijos. Ahora,  en el ocaso de la vida le faltan quienes ya se fueron, por lo que viene la depresión.
Hay experiencias lamentables de cónyuges que dieron más importancia a la crianza de los hijos que a la conformación de una vida conyugal fuerte, y al llegar a este tiempo sencillamente no se soportan el uno al otro y terminan divorciándose, o viviendo bajo el mismo techo, sin tener una relación íntima, depresivos y enfermos muchas veces.

Conclusión: Así hay que reconocer que lo más importante en una familia saludable es la cercana relación que mantienen el padre y la madre.
Lic. Mario García MTF Lic. Mario García MTF